Muchos estamos
buscando trabajo, al menos uno estable, pero si no llega, nos conformamos con
uno temporal, o algo parecido. Ya he
contado en esta revista hace tiempo cómo voy de vez en cuando a los programas
de la tele como público, últimamente sólo a La Sexta Noche por que a otros es
difícil apuntarse, al menos desde que muchos de esos programas ya no los lleva
la agencia con la que voy.
Pues bien, me
llamaron para una entrevista de trabajo como fregador en el restaurante de un
hotel. No pagan mucho por hora trabajada, pero ganaría en un día más que yendo
a ese programa ya mencionado dos o tres veces al mes (no permiten más).
Hasta ahí bien, pero
quiero contarles algo que si no fuera por que la vida me ha sorprendido mucho,
hasta el absurdo, pensaría que aquello era una broma: la persona de la ETT
(Empresa de Trabajo Temporal) que me hacía la entrevista de trabajo, explicó
que si trabajas en ese restaurante de
hotel, el primer día no será remunerado, sería un contrato “de formación”.
Es decir, deduzco que sería un día de prueba, para ver si sirves para el puesto
de trabajo o no.
Por lo que he visto
al leer anuncios de ofertas de trabajo recientes, cada vez son trabajos más
precarios, cada vez pagan menos, cada vez son más cortos en duración, tanto de
horas trabajadas diariamente como de días… Me descorazona mucho ver que a los
trabajadores cada día se nos trata peor. Hace
quince años, las empresas cliente de las ETT te trataban mejor, al menos si
trabajabas un día y veían los encargados y jefes que no servías, la ETT te
pagaba ese día, un mínimo de dos horas trabajadas, como marcaba la Ley entonces
(ahora no sé si es lo mismo).
Pocas veces me han
despedido de un trabajo por hacerlo mal, en una hamburguesería fue por no haber
superado el período de prueba, y me acuerdo de las palabras sinceras pero
amables del encargado: “Julián, lo
sentimos mucho. No tenemos nada contra ti, al contrario, en categoría humana,
insuperable, pero no eres lo que buscamos”. Y nunca por conflictivo.
Yo trato de ser
aplicado, ir lo más rápido que puedo, aunque es mejor ir un poco despacio a ir
demasiado rápido y hacerlo de manera chapucera. Es lo que se puede pedir a
cualquier trabajador.
Pero eso de trabajar
un día gratis, espero que al menos te den de comer o de cenar (si es un
restaurante, es obligatorio). Una cosa es cuando vi a cocineros que estaban aún
en la Escuela de Cocina, por lo que si hacían algo en una cocina se entendía
que eran prácticas, y generalmente no remuneradas, pero no es lo mismo que te
prueben un día sin cobrar. Si fuera un trabajo voluntario para una ONG, lo
entiendo.
¿Y qué pretexto me
pusieron para justificar esto que les cuento ahora, que jamás vi en ninguna
otra ETT? El que si eres novato y no sabes dónde va tal cosa o dónde está
aquello, como un producto de limpieza o dónde hay que guardar los utensilios ya
lavados, una persona del trabajo ha de estar pendiente de ti hasta que te sepas
desenvolver solo, algo que le imposibilita el poco tiempo que tiene. Y como me
dijo la persona de la entrevista, “Yo no
puedo pagar a dos empleados en vez de a uno”.
Podría aquí meter
todo lo que pensamos de los explotadores, que ahora, como el Gobierno está de
su lado, se creen los amos del mundo, pero con esta crisis, acabas trabajando
en lo que encuentras. Aún recuerdo haber oído decir a Paco Marhuenda en La
Sexta Noche, en uno de los programas a los que fui como público: “Muchos chicos vienen a la redacción de mi
periódico a buscar trabajo. Lamentablemente, no puedo ahora ofrecerles nada,
pero si pudiera ofrecérselo, no podría ser de más de 600 € al mes. Y si no
encuentran otro trabajo, aunque sea con este sueldo, comerían de mi mano”.
No sé si calificar estas palabras de cinismo o de algo peor.
Deseo encontrar
trabajo estable, la esperanza sería gustarles a los de la empresa cliente y
quedarme allí, con puesto fijo. Ya me pasó una vez y me quedé 11 años. Sólo me
fui por que cerró por quiebra. Que tod@s quienes leamos esto encontremos curro
potable.
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